Dice Juank:
La mascota:
Úntate el clítoris con alguna delicia tipo miel, chocolate, mermelada o cualquier otro ungüento que sepas que a tu animal de compañía (nunca mejor expresado) le vuelve loco/a.
Abre tus piernas, llámale y que su áspera lengua haga el resto. El clímax llegará cuando, en sus últimas pasadas, rebusque con más ahínco. Entonces te darás cuenta que las mascotas sirven para algo más.
NOTA: No lo hagas demasiado a diario… tu mascota se empachará y le echarás de menos.
No experimentes con otro tipo como serpientes, hamsters, papagayos,etc.
Los peluches:
Ponte a horcajadas sobre él, te frotas y, cuando notes que estás llegando al clímax, vas buscando partes más duras como la pezuña o la nariz… personalmente mi preferido es el elefante.
No sé si la mascota o, a falta del peluche-elefante, me quedo con el gatito.
8 ene 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
seguro que el gatito hace tus deseos realidades
Publicar un comentario